El cambio, paradójicamente, es una variable constante que nos obliga a adaptarnos a las nuevas realidades de nuestro entorno. El conocimiento, que continúa desarrollándose y descubriéndose es parte integral de la evolución de nuestra especie como individuos y como parte de la sociedad cada vez más conectada globalmente. La tecnología, que avanza a pasos agigantados, permite hoy mayor accesibilidad a contenidos y formaciones que antes eran inviables para una gran cantidad de docentes. La revolución tecnológica es un pilar fundamental en la democratización de la educación sobre todo en las áreas rurales y por tanto menos privilegiadas.
El cambio de paradigma de la educación del conocimiento a la educación para el pensamiento, la tecnología, así como el entorno profesional y social nos permiten tener acceso a herramientas prácticas de aula para el logro de los objetivos específicos de aprendizaje. Nuevas investigaciones en materia de neuroeducación, la gestión del cambio y otros avances en el desarrollo integral del ser nos obligan a mantenernos con constante deseo de aprender nuevas herramientas que nos permitan educar a las nuevas generaciones para los retos actuales y del futuro. La actualización profesional constante a través de formaciones en línea es una necesidad fundamental para una educación de calidad y de vanguardia.
La mala calidad de la conectividad es hoy uno de los retos más importantes para la educación virtual y que afecta sobre todo la eficacia de sesiones sincrónicas. Sin embargo, hay que reconocer los importantes progresos en materia de accesibilidad en áreas rurales y de mejor calidad en zonas urbanas. Una vez más, la tecnología al servicio de la educación permite guardar y descargar contenidos para el trabajo asincrónico, utilizar sistemas de evaluación, adaptar los horarios de formación a las necesidades individuales, acceder a comunidades colaborativas entre otros beneficios.
Las comunidades digitales nos acercan a personas afines quienes comparten prácticas de interés común en beneficio de todos los miembros de la comunidad. Contar con un entorno colaborativo es una de las fortalezas más importantes de la nueva educación remota que hoy acerca a individuos, independientemente de su ubicación geográfica. El entorno digital nos ofrece varias alternativas para participar en congresos, foros, sesiones de coaching virtual, talleres prácticos además de visitas remotas a colegios que llevan las buenas prácticas docentes a profesores en cualquier parte del mundo.
Las capacitaciones docentes deben ser parte de un programa de transformación educativa para lograr cambios efectivos de largo plazo. La inversión en capacitación, presencial o remota, requiere de seguimiento para asegurar la incorporación efectiva de los nuevos conocimientos y habilidades aprendidas. Contar con un coach con experiencia permitirá que la inversión en capacitación tenga un retorno positivo, no sólo para el docente sino para toda la comunidad escolar.
Formar seres humanos íntegros, con vidas equilibradas con sentido y sabiduría debe ser el eje motor de todo docente, independientemente de la asignatura, edad escolar o locación. El futuro requiere de personas con habilidades de pensamiento que les permitan tomar decisiones conscientes en entornos diversos con abundante información y sujetos al cambio constante. La actualización docente es la única forma de mirar hacia el futuro de la educación.
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*Este artículo fue escrito por: María Gabriela Brinkmann. Lee sobre su trayectoria aquí.
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